¿Existe relación entre la demanda física y el rendimiento en el baloncesto?
La cantidad de minutos jugados, un umbral arbitrario que podría ser complementado con la participación de la jugadora en el juego.
Hace unos días se publicó el último artículo de la tesis doctoral de Javier Espasa, en el cual se estudia la relación entre la exigencia física durante la competición del baloncesto femenino y el rendimiento en el juego. Un trabajo que perseguía dos objetivos: 1) analizar los valores de demanda física y diferencias entre partidos, cuartos y posiciones de juego en el baloncesto femenino (un fenómeno poco descrito en la literatura científica); 2) investigar la relación entre las estadísticas de baloncesto y las exigencias físicas durante la competición ¿Aquellas jugadoras que rinden más se exponen a una mayor exigencia física?
En esta entrada resumiremos algunos de los hallazgos y puntos de la discusión que consideramos más relevantes en relación con el segundo objetivo, la relación entre carga y rendimiento. Después enumeraremos nuevas preguntas que podríamos hacernos después de analizar estos datos.
Animamos al lector a consultar el documento original en abierto:
Espasa-Labrador J, Martínez-Rubio C, Oliva-Lozano JM, Calleja-González J, Carrasco-Marginet M, Fort-Vanmeerhaeghe A. Relationship between Physical Demands and Player Performance in Professional Female Basketball Players Using Inertial Movement Units. Sensors. 2024; 24(19):6365. https://doi.org/10.3390/s24196365
Contextualización
El baloncesto es uno de los deportes más populares y practicados en el mundo, y se caracteriza por la realización de acciones de alta intensidad (aceleraciones, deceleraciones, saltos, impactos, etc.) durante períodos de tiempo variables que se combinan con un conjunto de elementos técnicos y tácticos condicionados por el reglamento del deporte [1, 2].
El estudio de estas exigencias físicas está generando estos años un interés creciente entre las organizaciones deportivas e investigadores en el ámbito del deporte, realizando grandes inversiones en dispositivos y conocimiento técnico especializado. Esto es debido principalmente a la llegada de nuevas soluciones tecnológicas que permiten medir con mayor precisión y fiabilidad, incorporando y desarrollando nuevas métricas constantemente [3]. Esto permite a los equipos conocer la carga aplicada sobre el deportista y compararla con la planificada, estudiar los perfiles condicionales, evaluar sus sistemas de juego y analizar la tendencias en la respuesta de los jugadores a la carga aplicada, estimando así posibles pérdidas de rendimiento y niveles de fatiga. Sin duda una herramienta más en la gestión de la carga y la prevención de lesiones. En el caso de los deportes de equipos, y en particular en el baloncesto femenino, se ha extendido el uso de los sensores de movimientos inerciales (IMU, siglas en inglés) como herramienta de monitorización [4]. Estos sensores permiten, a pesar de sus limitaciones [5], cuantificar acciones como por ejemplo los saltos, los impactos, la carga del jugador (o Player Load) y los pasos, entre otras tantas variables [4].
A pesar de esto, estas herramientas no están al alcance de la mayoría de organizaciones deportivas, debido principalmente a su precio, en particular en los equipos de baloncesto femenino [4]. Los investigadores en el campo de las ciencias del deporte, y también los equipos y clubes que si disponen de estas herramientas, deberían responsabilizarse en generar conocimiento aplicado que pueda ser utilizado en ligas o equipos de menor nivel competitivo y menores recursos, lo cual permitiría mejorar el deporte en su globalidad. Y este es uno de los motivos principales que origina este trabajo. ¿Podemos intuir, a través de métricas de rendimiento, si una jugadora ha acumulado más carga externa?
Encontramos investigaciones anteriores que han estudiado la relación entre la carga física externa y el rendimiento en el baloncesto, aunque sus hallazgos no han sido concluyentes [6, 7, 8]. Sin embargo, estos estudios emplearon las métricas de la estadística tradicional ¿Qué pasaría si se incluyen en el análisis métricas de la estadísticas avanzada? Estos nuevos cálculos podrían informar de más detalles de la realidad del juego al considerar factores temporales, el número de posesiones y las oportunidades que se han presentado, dejando de lado el conteo total. Además, para disponer de un conocimiento realmente global, es importante contar con información contextual sobre los partidos (por ejemplo, si son en casa o fuera, el marcador final, etc.) y sobre la participación individual de las jugadoras (tiempo total, rotaciones, etc.). Unos datos que a menudo son escasos en la literatura científica. Veamos cómo podemos utilizar estas nuevas variables en el estudio de la carga y su relación con el rendimiento.
Metodología
Los detalles del proceso metodológicos podrán leerse en el estudio original.
Se utilizó un diseño descriptivo y comparativo para examinar la relación entre la demanda física y el rendimiento de las jugadoras durante el partido. Estudiando un total de 4 partidos oficiales de la segunda división del baloncesto femenino en España en el que participaron doce jugadoras (valores promedio: 26,3 años, 180 cm y 73,6 kg) entre los meses de marzo y mayo de 2022). Para poder realizar análisis por grupos, estas se categorizaron en: bases, exteriores e interiores.
Resultados
Los resultados completos deberán ser consultados en el estudio original.
Los principales resultados indican que los partidos con mayor número de cambios de posesión (especialmente los que se realizan por robos y pérdidas de balón) presentan una mayor exigencia física. Además, la mayor duración de los partidos se asoció a un mayor tiempo de recuperación, manteniendo un tiempo activo y una carga física similares. Por último, se observaron indicios de que las jugadoras que realizan más tiro a canasta se enfrentan a mayores demandas condicionales, como mayores saltos e impactos, incluso con igual tiempo de juego.
Se recomienda al lector detenerse en las correlaciones entre tiros libros intentados y cambios de inercia.
Necesidad de contextualizar los datos
Los autores, durante el proceso de elaboración del artículo, discutieron mucho sobre la importancia de dar contexto a los datos de los partidos, algo no muy habitual en la literatura científica que estudia las demandas físicas que toleran los deportistas. Esto se resolvió con una propuesta de descripción de diferentes variables:
Lugar del partido (local o visitante)
Jornada
Clasificación en el momento del encuentro de ambos equipos
Victoria/Derrota
Marcador final y diferencia de puntos
Número de jugadoras que participan respecto a las totales disponibles
Tiempo total del encuentro (desde el salto hasta el pitido final)
Estadística tradicional y avanzada del partido por equipos
Además, se propone describir con detalle la participación de las jugadoras por cuarto y rotación (cada vez que sale de la pista hacia el banquillo):
Discutiendo algunos hallazgos
Los resultados completos deberán ser consultados en el estudio original. Discutiremos a continuación solo algunas de las ideas de los autores.
En lo que respecta al conocimiento de los autores, este estudio es el que más variables de carga y métricas de la estadísticas ha considerado en jugadoras de baloncesto, observándose distintas magnitudes de correlación entre ambos grupos de variables. Para sorpresa de los autores, las métricas de la estadística que más correlaciones estadísticamente significativas mostraron con las variables de carga fueron los robos y las pérdidas de balón. Es posible que este fenómeno pueda ser explicado porque estos eventos generan cambios de posesión, lo que incrementa la cantidad de acciones de alta intensidad. Además, se observó que los tiros de dos puntos se correlacionaron con saltos y aterrizajes de alto impacto, sugiriendo que aquellas jugadoras que asumen más tiros a canasta podrían acumular una mayor carga [9]. Con estos resultados se abren nuevas preguntas, y a la vez nuevas posibilidades a la hora de estudiar la demanda física que suponen los partidos.
En los últimos años, los preparadores físicos e investigadores hemos utilizado umbrales arbitrarios en relación a los minutos totales de juego para agrupar a los jugadores que han sufrido más carga respecto a otros que menos. Por ejemplo aquellos que juegan más o menos de 25 minutos. ¿Es esto adecuado? ¿Cómo establecemos estos umbrales? ¿Nos falta información contextual de estos minutos? Sin duda esta separación en muchos casos se justifica por la necesidad de individualizar el trabajo físico o de recuperación las horas posteriores al partido. Pero no deja de ser una decisión motivada en una variable de volumen, por la cantidad de tiempo en la pista. En ningún caso por la calidad de esos minutos. Los hallazgos de nuestro trabajo podrían permitir, especialmente en lo que respecta a la fase ofensiva del juego, contextualizar mejor estos minutos en pista, pensando que las jugadoras que asumen más tiros podrían sufrir de más carga, independientemente si han jugado 16 o 28 minutos. Atención, que no está exento de limitaciones nuestro estudio. El siguiente paso es analizar algunos elementos clave del juego de la fase defensiva y que no son recogidos en la estadística, ya que como norma general todas las jugadoras se implican en defender a sus jugadoras y su canasta. Futuros trabajos deberían evaluar estos fenómenos y encontrar indicadores que sean de utilidad para los cuerpos técnicos que no disponen de tecnología para medir la carga.
Nuevas preguntas y futuras investigaciones
Sin duda este estudio tiene sus limitaciones, como puede ser el tamaño reducido de la muestra y la falta de análisis de las estadísticas de los equipos rivales. A pesar de las limitaciones, estos hallazgos podrían facilitar la inclusión de nuevas variables en la toma de decisión en relación a la gestión de la carga, permitiendo a los cuerpos técnicos optimizar sus programas de entrenamiento y recuperación, especialmente en entornos sin tecnología avanzada de monitoreo, ayudando a gestionar la carga física de las jugadoras.
Futuras investigaciones deberían seguir explorando estas relaciones incorporando métodos estadísticos más avanzados y una gama más amplia de métricas de rendimiento e incluir análisis contextuales como la descripción de ataque/defensa o estudiar las demandas durante los momentos de balón parado de un partido.
Principales conclusiones
Estos hallazgos permiten complementar la variable más utilizada en el estudio de la carga de competición (el tiempo de exposición) al aportar información en relación a demandas físicas ante determinados sucesos del juego.
Las relaciones observadas entre las demandas físicas y el rendimiento sugieren que los partidos con mayores cambios en la posesión, en particular los causados por un mayor número de robos y pérdidas de balón, presentan mayores demandas físicas.
Los partidos de mayor duración, motivados en este caso por un marcador más ajustado, permiten a las jugadoras un mayor tiempo de recuperación, aunque la carga física registrada fue similar.
Las jugadoras que asumen un rol protagonista en el tiro parecen experimentar mayores exigencias condicionales (debido principalmente a un mayor número de saltos, caídas e/o impactos).
Esta información proporciona a los profesionales sin acceso a esta tecnología indicadores útiles para una mejor gestión de la carga, ya sea ajustando las sustituciones durante el partido (para reemplazar a los jugadores más fatigados) o adaptando la carga de entrenamiento al día siguiente (disminuyéndola o aumentándola según sea necesario).
Referencias
Espasa-Labrador J, Martínez-Rubio C, Oliva-Lozano JM, Calleja-González J, Carrasco-Marginet M, Fort-Vanmeerhaeghe A. Relationship between Physical Demands and Player Performance in Professional Female Basketball Players Using Inertial Movement Units. Sensors. 2024; 24(19):6365. https://doi.org/10.3390/s24196365
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